Para acompañar y endulzar los cafés y tés de sobremesa, nada mejor que un Mousse de Crema de Orujo fresquito. Un postre sencillo y muy aromático, que además podemos preparar un día antes para poder disfrutar de los invitados sin tener que estar en la cocina.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo total: 120 minutos
- Raciones: 4
- Categoría: postre
- Tipo de cocina: internacional
Ingredientes Mousse de crema de orujo
- 350 gramos de nata.
- 35 gramos de azúcar glas
- 150 centilitros de licor de crema de orujo Panizo
- Piñones caramelizados
Cómo preparar Mousse de crema de orujo (con Thermomix)
- Poner las hojas de gelatina en un bol con agua fría y reserve.
- A continuación debemos montar la nata con el azúcar.
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- Coloque la mariposa en las cuchillas.
- Meter en el vaso la nata y el azúcar,
- Montar a velocidad 3.5 hasta que la nata esté montada pero cremosa, prestando atención para evitar batir en exceso.
- Poner la nata montada en un bol y reservar en el frigorífico.
- Se retiran las cuchillas de mariposa y se pone en el vaso la crema de orujo a velocidad 1 y temperatura 60º durante 2 minutos.
- Se incorporan las hojas de gelatina bien escurridas. Mezclar a velocidad 3 durante 10 segundos.
- Vierta en un bol y deje templar durante 10-15 minutos.
- Añade la nata montada a la crema de orujo gelatinizada.
- Mezcla con unas varillas realizando movimientos lentos y envolventes hasta que la mezcla sea homogénea.
- Introduce en una manga pastelera con boquilla rizada, cerrando con una pinza el extremo encima de la boquilla para que no se salga mientras cuaja.
- Reserve en el frigorífico durante una hora y media.
- Reparta la mousse en vasos de chupito.
- Como topping utilice unos piñones caramelizados.
Lista para servir y disfrutar de una Mousse de Crema de Orujo!!
Teresa Mate es una mujer persistente, enérgica y apasionada, como nuestras nueces caramelizadas y por ello llevan su nombre, por ser únicas y con aire de canela. Comparten la esencia.
Protectora de lo suyo y de sus raíces, imprime el suficiente carácter para poder continuar con el legado familiar que le ha sido encomendado.